¿Qué ponemos en la mesa los argentinos? Cambios de hábitos de consumo de los últimos 20 años.
La alimentación es una de las columnas fundamentales del crecimiento, el desarrollo y la salud de las personas, además es una condición primordial y necesaria para el bienestar, equidad y desarrollo social.
Diferentes estudios realizados en nuestro país revelan que, durante la última decada se produjeros cambios profundos en cuanto a los patrones de consumo de alimentos, y no precisamente para bien, los cambios que se observan en el patrón alimentario pueden tener importantes consecuencias negativas en la calidad nutricional de la dieta argentina.
Según datos recogidos por la Encuesta Nacional de Gastos de Hogares y analizados por el Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (CEsNI), durante los últimos 20 años se redujo progresivamente el consumo de frutas y vegetales, harina de trigo, legumbres, carne vacuna y leche y aumentó el consumo de masas de tartas y empanadas, carne porcina, productos cárnicos semielaborados, yogurt, gaseosas, jugos y comidas listas para consumir.
El dato más llamativo quizas, es el desplazamiento de los patrones de alimentación basados en comidas y platos preparados a partir de alimentos sin procesar o mínimamente procesados por otros que se basan cada vez más en productos ultra procesados y la monotonía de las elecciones alimentarias.
Los factores del cambio
La dieta ha sufrido modificaciones que atraviesan a todo el entramado social, se puede evidenciar un cambio en la forma de comprar alimentos, prepararlos y consumirlos, lo que puede ser atribuido a la necesidad de mayor practicidad, es decir, dedicarle menos tiempo a la elaboración o preparación de comidas.
Otro factor es la necesidad de alimentarse fuera del hogar por razones laborales, en los niños y adolecentes por razones de sociabilidad o escolaridad. Lo cierto es que, las comidas que se eligen para consumir fuera del hogar tienen un perfil nutricional peor, en relación a las que se puedan preparar en el hogar, éstos alimentos se caracterizan por ser ricos en grasas y azúcares y pobre en nutrientes como vitaminas y minerales.
Los resultados evidencian que, los alimentos y bebidas con cambios positivos en la dieta argentina, son aquellos más publicitados. El marketing y la publicidad de alimentos y bebidas han sido identificados como uno de los determinantes del consumo de alimentos y bebidas de pobre calidad nutricional, sobre todo sobre la población infantil.
Algunos datos
- Sólo 4 alimentos constituyen el 80% del total de cereales y legumbres que se consumen: harina de trigo, pastas frescas y secas y arroz, además el consumo de pan disminuyó, mientras que los amasados de pastelería y galletitas aumentaron.
- En relación a las hortalizas descendió tanto el consumo como la variedad.
- El consumo total de frutas disminuyó 41% en los últimos 20 años.
- El consumo total de lácteos aumenta a medida que incrementan los ingresos del hogar.
- El consumo de productos cárnicos semielaborados se triplicó en el transcurso de los últimos 20 años (milanesas, hamburguesas, salchichas).
- Se duplicó el consumo de gaseosas y jugos en polvo en los últimos 20 años.
- Se cuadruplicó el consumo de pizza, tarta, empanadas y sándwiches.
- El consumo de comidas listas, crece a medida que se aumentan los ingresos del hogar. Las pizzas, empanadas, tartas y sandwiches son los más consumidos.
Fuente: La mesa argentina en las últimas dos décadas. Cambios en el patrón de consumo de alimentos y nutrientes. www.cesni.org.ar.
MP N° 257
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